Noticias | EN LA REGION DEL BIO BIO ROBOT DE OXXEAN RESCATA CUERPO DE CAPITÁN DE LANCHA PESQUERA A 120 METROS DE PROFUNDIDAD
El 1 de abril de este año se produjo el naufragio de la lancha DOÑA LETICIA, a unas ocho millas de la caleta Chome, en la Región del Bío Bío. A bordo iban diez tripulantes, todos dedicados a la pesca de la sardina. Cuando la embarcación comenzó a zozobrar, nueve de ellos lograron salir hacia el bote auxiliar. Sin embargo, su capitán, José del Tránsito Lepe Ramírez de 78 años, quedó atrapado en la nave y se hundió con ella hasta los 120 metros de profundidad.
Dada esa condición y a las fuertes corrientes del lugar, la organización de un operativo de recate del cuerpo resultaba imposible para los buzos con sistemas tradicionales. La única manera de hacerlo era con robots submarinos y operadores con experiencia en salvataje en el mar. Por esta razón, un equipo de tres funcionarios de la empresa Trabajos Marítimos OXXEAN S.A de Puerto Montt debió trasladarse hacia la zona, ubicada en las cercanías del Puerto de San Vicente.
Luego de dos días de trabajo, no sólo se encontró la embarcación de la pesquera LEPE sino también el cuerpo del navegante, que había quedado atrapado sobre el puente de mando.
“El primer día ubicamos la lancha con el robot y revisamos el lugar. Durante la segunda jornada realizamos la maniobra para rescatar el cuerpo. Una tarea no fácil debido a los 120 metros de profundidad donde se encontraba la embarcación y a las fuertes corrientes marinas de la zona, pero la experiencia de nuestros operadores de ROV, es fundamental en este tipo de operaciones”, así lo explicó el ingeniero Gustavo Pacheco, Jefe de Inspecciones Submarinas de OXXEAN.
Luego de la difícil pero exitosa maniobra, el cuerpo de José Lepe fue trasladado hasta el puerto de San Vicente, donde esperaba la policía marítima, el servicio médico legal y la PDI para realizar las pericias e investigaciones correspondientes.
“Como familia estamos eternamente agradecidos con la empresa OXXEAN. Dentro de la tragedia tenemos la conformidad de haber rescatado el cuerpo de mi suegro, que era como mi segundo padre, ya que trabajé con él por más de 40 años en el mar. Él navegaba desde adolescente, de los 13 ó 14 años. Estuvo toda su vida en el mar y necesitábamos recuperarlo. Más adelante la familia quiere conocer a los operadores del robot porque fueron muy profesionales y cercanos”, afirma Jorge Fuentes, a nombre de una familia oriunda de la caleta Tumbes, en las cercanías de Talcahuano.
Al cierre de esta nota, aún se esperaban los resultados del examen de ADN para que el servicio médico legal SML entregue el cuerpo de José Lepe a sus familiares y ellos puedan realizar el funeral, que han esperado por más de dos meses, en el cementerio 2 de Talcahuano.